jueves, 11 de octubre de 2007

Grandes experimentos del doctor Frobenius VIII: Teoría de la inexistencia de la jirafa


El doctor Frobenius, en su obra titulada "Otros sabios me copian" dedicada exclusivamente a reseñar hechos expulsados o plagiados del campo de la Ciencia, destaca netamente la leyenda de un animal llamado jirafa.
El explorador árabe Al Kwarismi fue quien describió por primera vez a esta inconcebible bestia mitológica de cuello extremadamente largo. A partir de entonces, numerosos viajeros han pretendido haber visto, ¡y algunos, hasta fotografiado! jirafas. Resulta, pues, interesante, examinar cómo pudo originarse semejante leyenda. Hay varias explicaciones posibles.

1) La explicación óptica.

Es sabido que en los desiertos, que es donde se han avistado jirafas, se producen espejismos. Estos espejismos se deben al fenómeno de inversión. Este fenómeno consiste en que, por razones muy conocidas por los meteorólogos, una capa de aire frío se encuentra superpuesta a una capa de aire caliente, cuando lo normal es que sea el aire caliente el que está encima del aire frío. La diferencia de densidad relativa entre las dos capas de aire produce entonces la curvatura de los rayos de luz y, en consecuencia, el espejismo. Un objeto se ve entonces en un lugar donde no está o con una forma modificada. Con mucha frecuencia, la inversión hace aparecer el objeto bajo una forma alargada, como los espejos deformantes de los parques de diversiones. Resulta, pues, perfectamente admisible, que un animal absolutamente vulgar y conocido, como un unicornio, por ejemplo, pueda presentarse al explorador bajo una forma increíble y alargada, dando así origen a la leyenda de la jirafa.

2) La explicación por la sed.

El espejismo que ha dado origen a la leyenda de la jirafa puede haber tenido, también, un origen psicológico. Perdido en el desierto, sediento, el explorador, en estado de inconsciencia, puede haber soñado que tenía un cuello extremadamente largo que le permitía alcanzar el oasis más cercano. ¿Qué más lógico, entonces, que imaginarse un animal imposible, que justamente tiene el cuello de una longitud increíble?

3) La explicación psicoanalítica.

Un eminente psicoanalista alemán, el profesor Hegebur, en su obra Prolegómenos a la introducción de una investigación para el conocimiento o no de la jirafa, demuestra muy acertadamente que el largo cuello de la jirafa no es otra cosa que un símbolo fálico. Esta es también una explicación plausible del mito de la jirafa y no entraremos en detalles.

4) La explicación etimológica.

Es imposible que un animal de cuello largo se llame jirafa, pues, en todo caso se llamaría girafa, porque ¿para que querría un cuello tan largo si además no lo pudiera girar?


Vemos, pues, que el mito de la jirafa puede explicarse perfectamente mediante argumentos ópticos, fisiológicos, psicoanalíticos o etimológicos.
Para terminar señalaremos un hecho curioso que demuestra hasta qué punto la sabiduría popular coincide con el método científico. Un granjero norteamericano, al que se le enseñó un dibujo que representaba a la supuesta jirafa, exclamó: "¡Pfff, No existe un animal como éste, ni puede existir!". ¿No resulta maravilloso comprobar hasta qué punto el buen sentido popular coincide así con el rigor del método científico?

Nota: Acabamos de enterarnos de que la jirafa existe, lisa y llanamente, y que hay ejemplares en todos los jardines zoológicos. Pero esto no modifica en nada el razonamiento de nuestro querido doctor Frobenius.

3 comentarios:

Sintagma in Blue dijo...

Nada más increible que la propia realidad.

Anónimo dijo...

la realidad

Unknown dijo...

la explicacion 1 y 2 son falaces desde el momento que las jirafas no se ven jamas en los desiertos, sino mas bien en zomas arboladas de Africa.. no es falta de imaginacion, es solo que es mejor cdo esta se enraiza en la realidad y crece hacia las posibilidades infinitas de ella /asi la imaginacion como las jirafas?? saludos!