Tópicos cinematográficos.

En el estante del fondo hemos hecho un campeonato de tópicos cinematográficos con el resultado siguiente: (se aceptan colaboraciones y/o sugerencias).

Primera división y "hall of fame":

- Beso final y feliz de la pareja.

- El caballo del malo es más lento que el del bueno.
- La música in crescendo en los instantes previos al Gran Susto de las cintas de terror.
- Las armas de mala calidad de los malos, o su mala punteria.

(No es necesario extendernos en estos capítulos, sería ofender a los campeones).

Aspirantes, aunque no menos meritorios:

- La Carta Letal. Cuando "el amigo del muchacho" recibe una carta de su madre o de su novia (las de las madres son más dramáticas) sabemos que, tarde o temprano, morirá. (existe una variante: cuando el amigo le dice al muchacho "cuida de ella" o "entrégale esta carta si me pasa algo").
- Los cristales o los espejos en una pelea en un saloon del Far west. Si alguien no sale despedido a la calle rompiendo con estrépito el gran ventanal del establecimiento, o si casi al final del tiroteo alguien no rompe el espejo decorado con un barco a vapor, no es una verdadera pelea del Oeste.
- Las armas arrojadizas. Cuando alguien agota la munición en un tiroteo, suele arrojar el arma descargada, furioso y despechado, lejos de sí. ¿Es que no saben que tiene recarga? Una pistola o un fusil son objetos muy caros, que no pueden tirarse como un mechero no recargable. Seamos serios, señores.
- Afroamericanos prescindibles. En todo film norteamericano de acción que se precie, el amigo del muchacho chistoso y/o abnegado encarnado por un actor de color no tarda en morir violentamente.
- Cocineros exóticos. En todos los submarinos norteamericanos de la Segunda Guerra Mundial el cocinero siempre es noruego, sueco, hispano o chino, nunca anglosajón.
- Llamarse Gus o Artie. Todos los primeros representantes de jóvenes actrices, artistas, cantantes o boxeadores con gran talento, pero de origen humilde, que luchan denodadamente y que al fin consiguen triunfar y casarse con el chico o la chica de la película, se llaman Gus o Artie, suelen ser muy emotivos y suelen llorar al conocer el éxito de su pupilo/a.
- Las rotativas giratorias. Un buen film de boxeo no es reglamentario si no se incluyen los inevitables planos de periódicos de tirada nacional girando vertiginosamente y mostrando en sus titulares los progresos del humilde boxeador protagonista. El efecto del periódico también es utilizado en los musicales para ir informando del éxito creciente del cantante protagonista, a medida que se va a aproximando, en el tiempo y en el espacio, a su estreno en Broadway.
- Los viajes en tren. Tambien en los musicales, nos entremezclan las actuaciones y canciones con planos con las ruedas de un tren de vapor que va visitando numerosas ciudades mientras el artista va escalando posiciones.
- Piratas Voladores. En las películas de piratas, en toda secuencia de abordaje a un barco siempre cae al menos un individuo desde la parte más alta del palo mayor.
- El avión ardiente. En las películas de batallas navales de la Segunda Guerra Mundial, siempre hay un avión envuelto en llamas estrellándose en el mar, no muy lejos del portaaviones.
- Antiguos Amigos y enemigos. Los detectives privados siempre han trabajado en el pasado en la Policía, de la que se marcharon por oscuros motivos. Conservan a sus antiguos amigos en el Cuerpo (entre ellos a un compañero de promoción que ya ha llegado a ser capitán o inspector y que le permite inmiscuirse en los archivos secretos) y desde siempre están enemistados con otro ex-compañero que ha llegado a ser fiscal del distrito.
- Batalla de esgrima. En el duelo final a espada entre el bueno y el malo, el primero recibe al menos dos o tres heridas leves (una en el rostro cerca del mechón despeinado, y las otras en miembros inferiores y/o superiores), destroza un gran tapiz, sube y baja no menos de cuatro grandes escalinatas, y se sube a una gran mesa antes de asestar la estocada final al maligno antagonista.

Seguiremos informando de nuevas "adquisiciones".