domingo, 19 de mayo de 2013

María Luisa Bombal

CIELO,MAR y TIERRA (fragmento) 

Sé muchas cosas que nadie sabe. Conozco del mar y de la tierra infinidad de pequeños secretos mágicos.
Sé, por ejemplo, que aguas abajo, más abajo de la honda y densa zona de tinieblas, el océano vuelve a iluminarse y que una luz dorada e inmóvil brota de gigantescas esponjas refulgentes y amarillas como soles. Toda clase de plantas y seres helados viven allí sumidos en esa luz de estío glacial, eterno: actinias verdes y rojas se aprietan en anchos prados vivos a los que se entrelazan las transparentes medusas que no rompieron todavía sus amarras para emprender por los mares un destino errabundo; duros corales blancos se enmarañan en matorrales estáticos por donde se escurren peces de terciopelo sombrío que se abren y se cierran blandamente, como flores; hay hipocampos cuyas crines de algas se esparcen en lenta aureola alrededor de ellos cuando galopan silenciosos.
Sé de un volcán submarino en constante erupción; su cráter hierve incansable día y noche y sopla espesas burbujas de lava plateada hacia la superficie de las aguas. 
Sé que en las horas de bajamar quedan al descubierto, en los rompientes, pintados lechos de delicadas anémonas, y compadezco al que huelle esa alfombra que devora. 
Sé de golfos repletos de espumas eternas por donde los ponientes arrastran pausadamente sus innumerables colas de arco-iris. 
Existe una ahogada muy blanca y enteramente desnuda que todos los pescadores de la costa tratan en vano de recoger en sus redes...pero tal vez no sea más que una gaviota extasiada que llevan y traen las corrientes del Pacífico.
Conozco los escondidos caminos, las venas terrestres por donde el océano filtra las mareas, para subir hasta la pupila de ciertas mujeres, que nos miran de pronto con ojos profundamente verdes. 
Sé que los buques que se han caído por la escalera de un remolino siguen viajando siglos abajo por entre arrecifes sumergidos; que sus mástiles enredan enfurecidos pulpos y que en sus bodegas anidan estrellas de mar.
Todo esto sé del mar.

El gato del Mediterráneo - Balthus

María Luisa Bombal nace en 1910 en Viña del Mar (Chile) 
Como se adscribe al grupo de la revista Sur en la Argentina podemos encontrar en su obra los signos de "las vanguardias", sobre todo el surrealismo. 
Hernán Vidal, en su ensayo, infiere en el aspecto sociológico de su obra. 
En la introducción, Ángeles Cardona, desentraña con precisión la importancia de la simbología en la obra de Bombal. 

MARIA LUISA BOMBAL
La feminidad enajenada
(Literatura chilena)
Hernán Vidal
Colección Aubí (Hijos de José Bosch) ( San Antonio de Calonge/Gerona) 1976

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