En la mayoría de los hogares, la ropa interior de ellos se metamorfosea a causa del desgaste en trapos de limpieza, pero la de ellas desaparece misteriosamente.
¿A dónde va a parar tanto encaje y tanta tela fina? ¿quizás el cuerpo femenino la reabsorbe para
convertirla en una verdadera "ropa interior"?
1 comentario:
Por eso tenemos tacto de seda...
:-)
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